Las tasas de mortalidad por sobredosis entre adolescentes han ido en aumento durante varios años en los Estados Unidos. Como respuesta, el gobierno de Joe Biden ha instado a las escuelas a adquirir y mantener existencias de naloxona, el antídoto para contrarrestar una sobredosis de opioides.
En una carta conjunta dirigida a educadores el día de hoy, el Dr. Rahul Gupta, director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, y Miguel Cardona, secretario de Educación de EE.UU., enfatizaron la importancia de que todas las escuelas en Estados Unidos dispongan de naloxona. Además, destacaron la necesidad de que tanto el personal docente como los estudiantes estén capacitados para utilizar el aerosol nasal de naloxona en caso de una sobredosis.
El Dr. Gupta y el Secretario Cardona expresaron su deseo de proporcionar recursos que ayuden a prevenir el consumo de drogas en las escuelas y garanticen que los estudiantes reciban la asistencia necesaria en caso de sobredosis o intoxicación. Asimismo, alentaron a empresas, restaurantes, bancos, y otros establecimientos a considerar la naloxona como un dispositivo de emergencia accesible, similar a una alarma contra incendios o un desfibrilador.
Cabe destacar que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) aprobó a principios de año el uso sin receta médica de Narcan, una marca de naloxona. El fabricante de Narcan de venta libre, Emergent BioSolutions, redujo el precio del medicamento a $41 por caja de dos dosis para grupos comunitarios, equipos de emergencia, gobiernos estatales y locales, así como grupos de reducción de daños.
La naloxona bloquea los efectos de los opioides en el cerebro y restaura la respiración. Para que sea efectiva, debe administrarse tan pronto como aparezcan señales de sobredosis. Es importante destacar que este fármaco solo es efectivo en personas que tienen opioides en su sistema y no es útil para otras formas de sobredosis. Además, no causa efectos secundarios si se administra a alguien que no ha consumido opioides.
En las últimas dos décadas, más de 5,000 niños y adolescentes han fallecido debido a sobredosis de fentanilo, con más del 50% de estas muertes ocurriendo en los primeros dos años de la pandemia de COVID-19. En 2021, se registraron alrededor de 1,550 muertes pediátricas por fentanilo, una cifra 30 veces mayor que la de 2013, cuando comenzó la ola de muertes por sobredosis relacionadas con opioides sintéticos en los EE.UU. La mayoría de estas muertes pediátricas por fentanilo desde 1999 se han producido en adolescentes de 15 a 19 años. Gupta y Cardona subrayan la accesibilidad de las sustancias a través de las redes sociales y los teléfonos inteligentes, lo que ha llevado a que los adolescentes puedan comprar lo que creen que son analgésicos opioides o estimulantes recetados, resultando en tragedias por consumir pastillas que, en realidad, contienen fentanilo.
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